domingo, 11 de julio de 2010

Opinion personal de Articulos

Los niños que se niegan a ir a la Escuela
El asistir a la escuela usualmente es un evento agradable para los niños pequeños. Para algunos esto conlleva miedo o pánico. Los padres tienen motivo de preocupación cuando el niño se enferma debido a la tensión, "finge estar enfermo" o exagera síntomas físicos para quedarse en la casa y no ir a la escuela.
A menudo, el niño de entre cinco y diez años de edad que se comporta de esta manera está padeciendo un temor paralizante por tener que dejar la seguridad de la familia y de la casa. Es muy difícil para los padres hacerle frente a este pánico infantil, pero estos temores pueden tratarse exitosamente con ayuda profesional.
Este miedo irracional suele aparecer por vez primera en niños que asisten a escuelas para niños de edad pre-escolar, a "kindergarten" o a primer grado, siendo más frecuente en los niños que cursan el segundo grado. El niño por lo general se queja de dolores de cabeza, de garganta o de estómago justo antes de la hora de irse a la escuela. La "enfermedad" se mejora cuando se le permite quedarse en la casa, pero reaparece a la mañana siguiente antes de ir a la escuela. En algunos casos, el niño se niega por completo a salir de la casa.
El negarse a ir a la escuela aparece generalmente después de un período en el que el niño ha estado en la casa en compañía de su mamá, por ejemplo, después de las vacaciones de verano, de los días de fiesta, o después de una breve enfermedad. Puede pasar después de un evento que le produce estrés, tal como la muerte de un familiar o de una mascota, un cambio de escuela o una mudanza a un vecindario nuevo.
Los niños que tienen un miedo irracional de la escuela pueden sentirse inseguros si se quedan solos en un cuarto y pueden demostrar un comportamiento de apegamiento hacia sus padres, e inclusive se convierten en la sombra de sus padres en la casa. Estos miedos son comunes en niños con el Desorden de Ansiedad. Los niños tienen dificultad para dormir, un miedo exagerado y un temor irreal hacia los animales, monstruos, ladrones o a la oscuridad. Los efectos potenciales a largo plazo pueden ser muy serios para un niño con miedos persistentes si no recibe atención profesional. El niño puede desarrollar serios problemas escolares y sociales si deja de ir a la escuela y de ver a sus amigos por mucho tiempo.
Los padres y el niño se pueden beneficiar llevando al niño a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien trabajará con ellos en su esfuerzo de hacer regresar al niño de inmediato a la escuela y a otras actividades diarias. Como el pánico surge al dejar la casa, y no por estar en la escuela, el niño por lo general está tranquilo una vez que está en la escuela.
Para algunos niños se requiere un tratamiento extensivo para tratar las causas del miedo. Los niños mayores o los adolescentes que se niegan a ir a la escuela padecen por lo general de una enfermedad más grave y a menudo requieren más tratamiento intensivo.
En cualquier caso, el miedo irracional de dejar la casa y a los padres se puede tratar con éxito, y los padres no deben de tardar en buscar ayuda profesional. El médico del niño puede referir los padres a un psiquiatra de niños y adolescentes.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP).
http://www.educar.org/articulos/


Opinión Personal.
Cuando nos enfrentamos a este problema, como padres o educadores, es importante considerar las causas que orillan al niño a no desear asistir a la escuela, analizar situaciones dentro del aula que le hacen sentirse con ansiedad y deseos de no abandonar su casa y a sus padres.
Considerando cada una de las causas podemos tomar decisiones sobre el niño, buscando la ayuda profesional que requieran siendo esta de gran apoyo en estos casos.
Muchas veces como padres o educadores hacemos caso omiso de la petición de los niños o en algunas ocasiones se le hace caso de más. Por lo que si se realiza un análisis detallado con un profesionista se podrá apoyar al niño y se logran resultados satisfactorios en él y en su familia.








Los Niños y la Televisión
El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes. Los niños en los Estados Unidos miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.
El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas (caramelos y cereales cubiertos de azúcar), comidas de preparación rápida y juguetes. Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:

Sacar malas notas en la escuela.
Leer menos libros.
Hacer menos ejercicio.
Estar en sobrepeso.
La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en televisión es lo normal, es seguro y es aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y actitudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión. Los padres deben de:

Mirar los programas con los hijos.

Escoger programas apropiados para el nivel
de desarrollo del niño.

Poner límites a la cantidad de tiempo que
pasan ante la televisión (a diario y por semana).

Apagar la televisión durante las horas de
las comidas y del tiempo de estudio.

Apagar los programas que no les parezcan
apropiados para su niño.
Además, los padres pueden hacer lo siguiente: no permitir a los niños mirar televisión por horas de corrido; al contrario, deben de seleccionar programas específicos para los niños. Seleccionen programas que sean adecuados para el nivel de desarrollo de su niño. Los programas de niños en la televisión pública son apropiados, pero las novelas, las comedias para adultos y los programas de conversación de adultos no lo son. Establezcan ciertos períodos cuando el televisor esté apagado. Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente a la televisión mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de las comidas son tiempo para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.
Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo cuando están mirando un programa juntos. Señáleles el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Mientras están mirando, hágale conexiones con la historia, libros, lugares de interés y eventos personales. Hábleles de sus valores personales y familiares y cómo se relacionan con lo que están viendo en el programa. Pídales a los niños que comparen lo que están viendo con eventos reales. Déjeles saber las verdaderas consecuencias de la violencia. Discuta con ellos el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra. Estimule a su niño para que se envuelva en pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, su hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.
Fuente:American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP)
http://www.educar.org/articulos/


Opinión Personal
En el mundo en que vivimos la televisión juega un papel muy importante de influencia positiva o negativa en los niños. Los padres y educadores debemos de estar al tanto de lo que ven los niños porque es un arma muy poderosa para modelar su carácter. Lo que ellos vean y oigan repercute en su carácter en sus puntos de vista, en la forma de comportarse, así como en sus relaciones.
Considero que inculcar desde pequeños otros hábitos que ayudaran en su formación y no batos “basura” que en vez de beneficiar, afectan considerablemente en sus mentes que a esa edad temprana necesitan estimular o desarrollar sus capacidades y habilidades y no dejar que estas se estanquen al dejarlos ver televisión sin ninguna supervisión.







¿Es necesario el profesor particular?
Al responder a esta pregunta hay que evitar tanto la negativa absoluta como la tendencia a poner el profesor particular cuando no hay necesidad suficiente.
Antes de contratarlo hay que poner todos los medios para resolver las dificultades y limitaciones. En primer lugar, asegurarnos de que el hijo pone todo su esfuerzo para superar los problemas; en segundo lugar, los padres han de interesarse por las tareas para casa y ayudarle con prudencia; en tercer lugar, habría que hablar con el tutor del centro educativo y hacer un plan de ayuda conjunto entre profesores y padres. En muchas ocasiones con estas ayudas complementarias se pueden superar los baches que cualquier estudiante encuentra en su camino.
Si a pesar de todo no se consiguen los objetivos apetecidos se puede tomar la decisión de poner un profesor particular. Hay que delimitar en qué asignatura o en cuáles es necesario, durante cuánto tiempo y qué tipo de ayuda. Estos aspectos hay que estudiarlos y concretarlos con el profesor del centro educativo, que junto con los padres, conoce bien las dificultades del chico.
La misión del profesor particular no es hacer los deberes del chico y reducir su trabajo, sino orientarle y ayudarle para que supere las dificultades de aprendizaje con el esfuerzo personal. En otras ocasiones este profesor deberá afianzar los conocimientos previos para conseguir una buena “base” y explicar conocimientos que el alumno no ha adquirido satisfactoriamente.
A lo largo del curso el profesor particular es conveniente que tenga conversaciones con el profesor de la asignatura con el fin de que ambos trabajen con criterios comunes y su tarea sea complementaria.

Arturo Ramo García. Inspector de Educación

http://www.educar.org/articulos/


Opinión Personal
La idea de un profesor particular, la considero en algunas ocasiones necesario y muy importante considerar esta necesidad, pero en algunas ocasiones no consideramos algunos detalles antes de contratar a un maestro particular, como por ejemplo, si este es un maestro que domine la materia, si el maestro tiene experiencia, entre otras. En algunas ocasiones solo se hace por la urgente necesidad de contratar pero no siempre se obtiene un buen resultado.
Al mismo tiempo que el maestro cumple con sus responsabilidades debe de estar en común acuerdo con el profesor de la materia y que juntos logren el objetivo el de preparar al estudiante en la materia.
Considero que también debemos de estar en constante supervisión con el alumno, si se siente a gusto, si va en progreso, si el maestro está logrando en el alumno su objetivo, etc. No debemos de olvidar que este maestro es solo un apoyo, la mayor parte del esfuerzo la pone el alumno.





La Disciplina
El ayudar al niño a comportarse de una manera aceptable es una parte esencial de su crianza. La disciplina varía con la edad. No hay una manera correcta de criar a los niños, pero los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan las siguientes reglas:
Generalmente, los niños quieren complacer a sus padres. Los padres, si son sabios, integran este deseo de complacer a sus actividades disciplinarias.
Cuando los padres demuestran su alegría y aprobación por el comportamiento que les agrada, esto refuerza el buen comportamiento del niño. Cuando los padres demuestran su desaprobación al comportamiento peligroso o desagradable del niño pequeño, tienen mayor posibilidad de éxito cuando el niño sea mayor.
La forma en la que el padre corrige el mal comportamiento del niño o adolescente tiene que hacerle sentido al hijo. El padre no puede ser tan estricto, que el niño o el adolescente no sienta más adelante el amor y la buena intención del padre.
Los niños y adolescentes pueden hacer que sus padres se enojen. Los padres deben tener control de sí mismos cuando están enojados. Aunque un grito de "no" puede atraer la atención de un niño pequeño que está por cruzar la calle, puede conseguir intranquilizar al bebé que está llorando. Los niños mayores deben de saber lo que se espera de ellos. Los padres deben de ponerse de acuerdo y deben de explicarle claramente las reglas al niño o al adolescente.
En nuestra sociedad heterogénea, donde existen tantas culturas y maneras de criar los niños, cada familia espera un comportamiento diferente de sus hijos.
Se le puede permitir a un niño ir y venir cuando quiera, mientras que a otro se le pueden imponer horas fijas de regresar a la casa. Cuando los padres y los niños no están de acuerdo sobre las reglas, ambos deben de tener un intercambio de ideas que los ayude a conocerse. Sin embargo, los padres son los responsables de establecer las reglas y los valores de la familia.
Evitar que el comportamiento indeseable comience es más fácil que ponerle fin luego.
Es mejor colocar los objetos frágiles o valiosos fuera del alcance de los niños pequeños que el castigarlos por romperlos. Los padres deben estimular la curiosidad dirigiéndola hacia actividades tales como hacer rompecabezas, aprender a pintar o leer.
El cambiar el comportamiento apropiado del niño puede ayudarlo a obtener el dominio de sí mismo que necesita para que sea responsable y considerado con otros. El dominio de sí mismo o auto-control no ocurre automáticamente o de repente. Los niños pequeños necesitan que sus padres los guíen y apoyen para que comiencen el proceso de aprender a controlarse. El auto-control corrientemente comienza a los seis años. Cuando los padres guían el proceso, el auto-control aumenta durante los años escolares. Los adolescentes pueden todavía experimentar y rebelarse, pero la mayor parte de ellos pasa por este período y llega a ser un adulto responsable, especialmente si desde temprana edad han experimentado un buen entrenamiento.
Las familias transmiten sus métodos de disciplina y sus expectativas a los niños de generación en generación.
Cuando los intentos de disciplinar al niño no tienen éxito, puede ser beneficioso consultar con alguien fuera de la familia para que nos ofrezca sugerencias sobre la crianza del niño. Los profesionales especializados en el desarrollo y el comportamiento infantil pueden darle información acerca de la manera de pensar y de desarrollarse el niño. También pueden sugerir métodos para modificar el comportamiento; con la paciencia de los padres y la ayuda de los profesionales cuando sea necesaria, puede allanarse el camino para que los niños aprendan lo que la sociedad espera de ellos y lo que ellos pueden esperar de sí mismos.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP)
http://www.educar.org/articulos/



Opinion Personal
Hoy en día el tema de la Disciplina es muy controversial, por un lado están los que piensan que no se le debe de pegar al niño, y por otro los que dicen que se le debe de pegar cuando estos no obedezcan. La realidad es que los niños que no reciben una llamada de intención por alguna situación que se salga de control, son niños que nunca obedecerán a nadie que quiera corregirlos llamándoles la atención porque no están acostumbrados a hacerlo.
Se le debe de corregir al niño al instante en que hizo algo que no estaba correcto, pero primero hablar con el sintiendo que se le ama, si no entiende entonces aplicar un castigo con algo que sea de su agrado, ver televisión, jugar etc. Cuando este siga cometiendo algún acto indebido entonces se le puede aplicar disciplina con un cintarazo. La disciplina debe de ser diaria y el niño deberá entender que cuando comete alguna situación que no este correcta, entonces recibirá un castigo físico que le ayudará a mejora su carácter. Considero que este tipo de castigos se debe de aplicar hasta cierta edad en los niños porque cuando llegan a la adolescencia no es posible este tipo de castigos.






Más allá de copiar y pegar

Introducción.

Es indudable el valor de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) en la educación. La inmensa cantidad de información disponible en medios digitales, el alcance y penetración de la televisión educativa, el uso de la computadora para realizar simulaciones y ejercicios interactivos y sobre todo la vastedad e inmediatez de Internet son algunos claros ejemplos de las bondades de la tecnología que hacen posible mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje.

El estudiante considera a Internet como el único medio de búsqueda de información.
El estudiante considera que los resultados de su búsqueda en Internet son verdaderos
En la mayoría de los casos, el estudiante se limita a copiar textos y a pegarlos en su trabajo sin ninguna lectura analítica y reflexiva sobre su pertinencia.
En términos generales, no saben buscar en Internet.
Naturalmente, los resultados de tan pobre acercamiento a la investigación documental son pobres y limitados. Si a esto sumamos una deficiente formación en metodología, nos encontramos con que los estudiantes entregan documentos que rayan entre lo absurdo y el plagio.
Propuesta académica
¿Qué se puede hacer para atacar este fenómeno? ¿Qué responsabilidades tiene el docente para abordar este problema?

En primer termino, el maestro debe enfocar sus requerimientos generales de búsqueda a partir de propuestas que obliguen y motiven al estudiante a explorar de forma más creativa su investigación. En vez de buscar referencias textuales y cerradas, propiciar propuestas abiertas, libres y creativas.

El estudiante considera a Internet como el único medio de búsqueda de información. Si bien, es cierto que en Internet es posible encontrar revistas, libros, periódicos y ponencias, también es cierto que hay muchas fuentes alternativas para obtener información.

Solicitar a nuestros estudiantes que consideren en todas sus investigaciones un mínimo de tres alternativas diferentes, con la libertad de seleccionar aquellas que mejores resultados puedan aportar a la investigación es una buena manera de orientar a los alumnos a considerar un espectro más amplio en la búsqueda de fuentes de información.

Algunas fuentes alternativas de información son: bancos de tesis en instituciones de educación superior; entrevistas personales con expertos y personalidades que por su experiencia y conocimientos aporten datos significativos; revistas y periódicos no digitalizados; memorias de congresos y foros académicos; programas de radio y televisión, etc.

El estudiante considera que los resultados de su búsqueda en Internet son verdaderos. Sin duda este es uno de los problemas relacionados con la investigación que se presenta con mayor frecuencia.
La gran mayoría de los estudiantes creen que por el hecho de estar en Internet, toda la información encontrada es válida.
Tal y como sucede con otros medios, existen muy buenas referencias en Internet con sólido respaldo académico y metodológico, pero también existen paginas que son simple charlatanería. Por esto, es necesario estimular al estudiante a buscar todas las aristas de un punto de investigación y confrontar posturas, de modo que se pueda llegar a una posición propia a partir del análisis de los documentos encontrados.

Un buen ejercicio para demostrar este punto, es solicitar a los estudiantes que preparen un debate a partir de informaciones opuestas o contradictorias encontradas en Internet.

En la mayoría de los casos, el estudiante se limita a copiar textos y a pegarlos en su trabajo sin ninguna lectura analítica y reflexiva sobre su pertinencia. Este es un problema derivado de la deficiente formación metodológica, explicable en estudiantes de nivel inicial y medio pero de ninguna manera justificable en los niveles medio superior y superior.

Existen dos maneras de abordar este problema. La primera consiste en la naturaleza misma de la tarea o investigación. Si el trabajo se plantea en forma cerrada, mayor será la tendencia a copiar y pegar, ya que el estudiante encontrará textualmente la respuesta al encargo del maestro. Por el contrario, si la tarea se plantea abiertamente, como ensayo, caso o análisis, la cita textual de párrafos pierde relevancia pues lo que se evalúa es la aportación personal del estudiante.

Una segunda manera de enfrentar la tendencia a copiar y pegar, es requerir un formato estandarizado para los reportes de investigación, basándose en las técnicas metodológicas o en estándares internacionales, como el de la American Psychological Association (APA). Esto permite que el estudiante se acostumbre a trabajar con el rigor científico de altura que es práctica común en los círculos de investigación.

En términos generales, no saben buscar en Internet. Aunque en términos generales, las nuevas generaciones son más diestras en el manejo de las técnicas computacionales, también es cierto que gran parte de las técnicas que se utilizan están basadas en la costumbre. De este modo, se observa que nuestros estudiantes siguen un mismo procedimiento de búsqueda, sin discriminar tema o profundidad, recurriendo al buscador de moda o al que siempre ha usado.

A este respecto, recomiendo ampliamente dedicar una o dos sesiones de clase a capacitar a nuestros estudiantes sobre las mejores practicas de investigación en Internet, ofreciendo un panorama general de las diferentes alternativas que ofrece el medio al investigador.

Es preferible sacrificar una o dos sesiones de clase a este punto y no estar improvisando sobre la marcha, aumentando la frustración de los alumnos.

A este respecto es muy recomendable la lectura del Capitulo 3 del libro Internet y educación, cuyo autor es Jorge Rey Valzacchi y que trata precisamente de cómo buscar y encontrar información en la web. El texto integro del libro esta disponible en el Portal Educativo de las Américas.

Conclusiones

Si bien la problemática derivada del uso de las TIC en el entorno docente es amplia y variada, este ensayo trata en particular de los problemas generados en el uso de Internet como recurso para la investigación.

De manera general y no exhaustiva, se proponen diversas maneras de atacar el problema, mismas que han sido tratadas de forma empírica con buenos resultados con estudiantes del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero.

Por ultimo, este ensayo abre un espacio de reflexión sobre el tema con la idea de generar más propuestas que enriquezcan el debate y den a los maestros herramientas que les permitan mejorar su práctica docente con las TIC.
Autor: Lic. Jorge A. Gálvez Choy



Opinión Personal
Considero que actualmente las TIC (Las Tecnologías de Información y Comunicación), tienen tanto ventajas y desventajas en su uso. La ventaja de usar este tipo de tecnologías es que permiten al alumno lograr con eficiencia y rapidez investigaciones de cualquier tema, que la información estará rápidamente con solo escribir una dirección y en segundos obtendrán los resultados. Por otro lado, las desventajas de estas, es que en algunas ocasiones la información que se recopile no es verídica.
Como educadores considero necesario exigir a los alumnos que utilicen las TICS, pero también crear conciencia en ellos de que en algunas ocasiones no son muy confiables, crean en el alumno el hábito de leer cada escrito y con sus palabras redactar un breve ensayo o algún otro tipo de modalidad que se requiera.
Debemos de tener sumo cuidado con paginas que no tienen mucha veracidad y que solo confunden mas al alumno cuando este realiza su trabajos.
Debemos de hacer entender al alumno que las TICS son muy necesarias pero que son solo un apoyo y que debemos de tener cuidado al momento en que van a realizar sus tareas.

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